Otro tipo de vida acuática familiarizado con los hipocampos o caballitos de mar es el dragón de mar foliáceo, cuyo nombre se debe a que tiene aletas en su cuerpo semejantes a las hojas de un árbol. Esta característica le permite permanecer bien escondido de sus depredadores. En algunos lugares, como Australia, son criaturas reconocidas por ser símbolos de buena suerte, es por eso que resulta común verlos representados en festivales y en todo tipo de actividades que se realizan allí.
A pesar de que apenas han podido ser vistos, se conoce que los dragones frondosos de mar cuentan con dos aletas pectorales y dorsales. Sus cuerpos se asemejan a una planta que fluye a lo largo de las aguas, característica que les ayuda a permanecer sanos y salvos. No tienen una cola en espiral como los caballitos de mar comunes, esto los hace aún más atractivos pues se confunden con el follaje que crece en el fondo marino, sin parecer algo realmente vivo.
Esta especie de caballito de mar puede tener aproximadamente 8 pulgadas de largo, por lo que se encuentra entre las especies más grandes en el planeta. Las hembras suelen ser más pequeñas que los machos, con un tamaño que oscila entre las 6 y 7 pulgadas.
Comportamiento
Cuando el agua está en calma, usted podrá observar que el dragón de mar foliáceo permanece inmóvil durante largos períodos de tiempo. Cuando no está alimentándose, dedica el tiempo a descansar pues puede agotarse con mucha facilidad, incluso cuando el agua se mueve demasiado rápido corren el riesgo de morir por agotamiento. En caso de tormenta muchos de ellos pueden morir.
Algo que resulta muy interesante para los expertos es el poderoso sentido de la orientación que poseen, son capaces de desplazarse largas distancias con el objetivo de encontrar comida, sin embargo pueden encontrar el camino de regreso una y otra vez al mismo lugar para descansar. Se mueven a 1/8 de milla por hora aproximadamente, por lo que son uno de los caballitos de mar más lentos del mundo.
Hábitat y Distribución
Hay muchas regiones alrededor de Australia donde pueden encontrarse estas criaturas, pero solo en aguas saladas y sobre todo que tengan una temperatura muy caliente, por lo menos con 74 grados Fahrenheit t para que puedan sobrevivir. Esta es la razón por la que son más comunes en las zonas tropicales o costeras. Actualmente los lugares donde tienen mayor presencia son Jurien Bay y la isla de Kangaroo. El hecho de que su hábitat natural continúa siendo agotado, provoca que no estén tan diversificados como antes, son muy difíciles de encontrar ya que generalmente permanecen en las regiones rocosas y alrededor de la arena.
Evolución
Existe muy poca información acerca de la evolución del dragón de mar foliáceo, hasta ahora solo se tienen algunos restos fósiles de caballitos de mar que datan de más de 3 millones de años. Se cree que estos evolucionaron hasta convertirse en una subespecie diferente dentro de la familia de los hipocampos, adoptando un tamaño inferior al que tuvieron un día.
Dieta y hábitos de alimentación
Hay muchos tipos de alimentos que el dragón frondoso come para sobrevivir, siempre dependiendo del entorno en el que se encuentre. Esto incluye camarones, crustáceos y plancton. El hocico de este caballito de mar es muy largo y funciona como un tubo mediante el cual pueden aspirar los alimentos. No mastica los alimentos pues no tiene dientes y lo que consume debe ser lo suficientemente pequeño como para ser ingerido íntegramente. La alimentación ocurre a un ritmo muy lento y con mucha frecuencia al igual que para el resto de los caballitos de mar pues carecen de un sistema digestivo que procese los alimentos.
Reproducción
Generalmente los machos son criaturas aisladas y tímidas, pero cuando llega el momento de la reproducción se vuelven agresivos en búsqueda de una hembra. Cuando una hembra está lista para aparearse pasará varios días con el macho y durante ese período ambos van a realizar movimientos uno con el otro. El objetivo de esto es lograr que sean capaces de moverse de igual forma y al mismo tiempo, por lo que se requiere mucha práctica. Los machos son los responsables de llevar los huevos hasta que se produce el nacimiento, la hembra solo se encarga de depositar los huevos dentro de la bolsa que tiene su compañero en el abdomen una vez que ha logrado conocer sus movimientos perfectamente.
Los huevos son de color rosa pálido y muy pequeños. La cantidad que la hembra deposita puede ser hasta de 200 huevos, los cuales permanecerán en la bolsa durante 9 semanas, pero si el agua tiene una temperatura elevada pueden nacer semanas antes. Si la pareja realiza el apareamiento a inicios de la temporada entonces existe la posibilidad de producir un segundo lote de huevos.
Los jóvenes son muy pequeños al nacer y tienen que cuidar de sí mismos pues no reciben ninguna ayuda del padre o la madre. Como resultado, hay muy pocas posibilidades de que más de un puñado de ellos llegue a la edad de madurez. La mayoría de ellos se convertirá en la presa de otras criaturas que viven a su alrededor.
Los depredadores
Debido a la apariencia física del dragón de mar foliáceo en realidad no tiene depredadores naturales en su entorno. Se mezclan tan increíblemente bien que no son detectados como una fuente de alimento, incluso cuando los depredadores están delante de ellos. Las crías que acaban de nacer no tienen la característica del camuflaje en sus cuerpos todavía, necesitan varios días para que este comience a emerger. Es por eso que a menudo son la presa de algún depredador, que en ocasiones los consume en grupos, evitando que muchos de ellos lleguen a expandirse por el área.
Sin embargo la verdadera amenaza para ellos es el hombre. El hecho de que hay gran contaminación en el agua, provoca que sea muy difícil sobrevivir en su ambiente natural, su hábitat puede ser removido y entonces es imposible que se mezclen en el entorno y permanezcan ocultos.
En muchos lugares son víctimas de las redes de pesca o de la captura para su uso comercial como mascotas. Esta especie en particular llama mucho la atención de las personas por su aspecto físico, pero la realidad es que no saben cuidar de ellos en cautiverio y ponen en riesgo sus vidas.